9.6.12

Querida amiga.

Querida amiga.
Me encuentro fumando los últimos cigarros de mi cajetilla cargando todavía con los efectos de esas dos botellas de vino que nos bebimos juntas.
Mi cabeza da vueltas, y no, no es el vino. Es la plática que tuvimos hace unos instantes.
He pasado por tantas cosas amiga mía, tantas lagrimas. Tantas decepciones, que a modo de defensa comencé a ver al ser humano como una maquina, un objeto único de investigación.
Opté por ver a las personas, analizarlas y sacar de una manera científica el por qué de sus acciones, sus pensamientos. Y le encontré una explicación a cada movimiento que alguien en frente de mí, hacía.
Pero... ¿En dónde quedan los sentimientos? ¿En dónde queda el alma? ¿En dónde queda aquello que ningún psiquiatra, especialista, etc. Puede explicar? Eso que nos hace diferentes a todo lo demás.
A modo de defensa de que ya no quería que nadie más me sacara una sola lágrima o que me afectara, comencé a pensar que ninguna amistad iba a durar para siempre, que ningún amor más que el de tu familia iba a estar siempre, y que todos en algún momento, iban a quitarse esa máscara y se iban a terminar yendo. Así comencé a formarme, como si todos los demás fueran máquinas, y yo, únicamente, el ser humano con buenos sentimientos, sin embargo fría para que ninguna de las otras máquinas la lastime.
Aquí es cuando me encuentro ésta escena.
Tú, llorando, apenas pudiendo dar una bocanada del cigarro que me pediste. Preguntándote qué estás haciendo mal que hace que estés tan sola.
De pronto me escuché en ti, cada palabra que decías, era como si yo las estuviera diciendo.
Que no tenías una verdadera mejor amiga, que a la que llamabas como tal, no estaba en los momentos más difíciles, que la persona de la que estabas enamorada te había lastimado tanto que optaste por marcharte.
Vi, en ti, un ser completamente vulnerable, que pedía a gritos respuestas. Que pedía a gritos que alguien le demostrara que el amor tanto de familia, como de amistad, como de pareja existiera.
Nunca amiga, puedo decirte me sentí tan identificada.
Y el resultado fue que no pude decirte una sola palabra, y a cambio lágrimas bañaban mi rostro al estarme escuchando en ti.
Sin embargo me siento con la responsabilidad de contestarte.
Amiga mía, querida amiga.
Quiero decirte que siempre vamos a estar expuestos al sufrimiento. A la decepción. Que desafortunadamente estamos más cerca de lo negativo a lo positivo. Sin embargo tú me haz abierto los ojos para darme cuenta de que no todos los seres humanos son primitivos, que todavía hay personas con corazones valiosos que merecen ser cuidados, ser queridos, y que gracias a esas personas el verdadero valor de una persona puede ser salvado. Personas como tú.
La sociedad siempre va a ser muy exigente, envidiosa, y maliciosa, y siempre vamos a estar rodeadas de esa negatividad.
Pero con quien realmente tenemos que estar bien es con aquello que nos haga felices. Todo aquello que realmente haga que nuestra alma salga de nosotros, que todo aquello que nos convierta en personas transparentes , va a valer la pena. Debemos de hacer todo lo que nos dé paz. Y tenemos que estar con quien nos dé paz.
Si de algo estoy segura es que son contadas las personas que realmente tienen que estar dentro de nosotras.
Querida amiga, quiero decirte que dejes a un lado tus inseguridades. Que tú no estás mal por sentir, por querer y por entregar. Eso nunca va a estar mal. Simplemente va a haber quienes (la mayoría) no van a ver esa transparencia en ti.
Pero que tienes que disfrutar absolutamente todo lo que te rodea. Hasta el sufrimiento.
Y que quien realmente tiene que estar orgullosa de ti eres TÚ. Nadie más. La única regla para vivir es: ser feliz, sin perjudicar a terceros.
Y si con todo lo que haces, te sientes feliz, llena, plena. Aunque los demás estén en desacuerdo, es lo que tú debes de ser. Para que, el día de mañana tengas que rendirle cuentas a quien tienes qué, a quien tienes que darles ese ejemplo, les digas "Hice absolutamente todo lo necesario para ser feliz, y soy feliz, y estoy plena." Ese es el mejor ejemplo que puedes dar. La felicidad. La plenitud. A la manera que cada uno quiere.
Regresando a las malas personas.
Ellas están en este mundo para hacernos fuertes. Para darnos carácter. Es su única función aquí. Deja de culparte si en algún momento te abandonan. No es tu culpa, ellos sólo vienen a cumplir su función para después marcharse.
Amiga mía, quiero decirte que me haz abierto los ojos para darme cuenta de que aún puedo creer en el amor eterno, y en amistades que duran para siempre. Y ahora, más que nunca quiero luchar, cuidar, y querer a esas personas, personas como tú.
Amiga, no eres la única que han lastimado o decepcionado. No eres la única que ha sentido esa soledad absorbente. Y por eso, ahora, debes de estar consciente de que cuando lo sientas, debes de decir "te quiero", "te regalo", "te entrego" sin miedo alguno. Sólo hazlo. Y agradece a quien lo acepte, y a quien no, deja que se vaya con su vida infeliz.
Rescata aquello que se ha perdido. Los sentimientos verdaderos, y lucha por lo que a a TI te hace feliz.
Si los demás creen que eres menos, ríete. ¡Tontos ellos que no pueden ver las cualidades infinitas que tienes! ¡Tontos ellos que no valoran un corazón de verdad! ¡Tontos ellos que jo quieren cuidar un alma que es tan valiosa que no tiene precio alguno!
Espero que entiendas, valiosa amiga, a quien voy a agradecer día con día haberla topado en mi camino.
Que lo que vales TÚ lo dices. Que TÚ decides qué tanto te va a lastimar lo que alguien haga o diga. Y que debes de quererte más que a nada en este mundo, como para permitir que terceros desfalquen la persona que eres.
No te limites a nada. Que el miedo se quede guardado en un lugar donde jamás pueda salir, y jamás te impida sentir de verdad. Querer de verdad.
Te agradezco al abrirme los ojos, para que yo haga lo mismo.
¿Ya ves cómo puedes hacer algo tan grande por alguien sin darte cuenta, con sólo sentir?
Cuida, procura, y siente todo aquello que te haga feliz. Y en el momento en que ese algo o alguien comience a lastimarte más de lo bueno que puede dejarte, elimínalo. Para que eso en algún futuro no te deje alguna inseguridad.
Y a si crees que eres bonita sólo físicamente. Quiero decirte que eres preciosa amiga, por lo que llevas dentro.
Porque aunque haz cometido infinidad de errores (como todos nosotros), todas las cualidades de tus bonitos sentimientos y de muchos dones con los que ya naciste forman esa belleza que pocos tienen.
Ahora, sólo falta que tú así lo creas.
Y que te creas capaz de superar y hacer todo lo que se te presente y plazca.
Cuídate mucho, consiéntete mucho.
Y nunca, dejes de sentir, nunca pierdas tu esencia.
Te quiero mucho.