30.1.12

Jueves de sonrisas.

Era miércoles.


Mataba el tiempo en la cafetería de mi escuela mientras esperaba a que llegara la hora de irme a mi siguiente clase.



Comencé a sentir una fuerte mirada que me analizaba de pies a cabeza.



Alcé mi cabeza y me di cuenta de que un chico unas mesas adelante de la mía me observaba.



Playera negra con cuello en "V" de diseñador, pantalones azules, tenis converse, un "collar" también de marca que hacia juego con su vestimenta, peinado como la moda lo dicta, y estaba sentado mirándome como si estuviera en alguna sesión de fotos para revista de moda.



En cuanto crucé miradas con él, el tipo me sonrió, una sonrisa con el fin de conquistar.



Le devolví la sonrisa, y continúe leyendo.



Entonces me llegó un olor bastante agradable, era loción, seguramente también de una marca bastante cara. Aparté la mirada de mi libro y aquel chico-modelo estaba sentado en mi mesa.



Mire sus ojos grises que contrastaban con su cabello negro y me di cuenta de que el tipo estaba convencido de que no era humano, de que era hijo de los Dioses.



"Hola" sin dejar de sonreír.



"Hola?" dije mientras hice una mueca extrañada.



"Por qué tan solita?" guiño un ojo.



"No estoy sola"



Cómo lo esperaba el chico no entendió.



Le mostré mi libro y quise dar a entender que me estaba interrumpiendo.



"Ja… Eso no es compañía” me dijo con voz seductora.

Hice caso omiso y segui leyendo.

“Y .. Cómo te llamas?” me dijo.

“Ale” contesté sin apartar la mirada de mi libro.

“Hola Ale solitaria, me llamo djfaddfasd” me contestó cada vez más cerca de mí.

“Hola” contesté mientras me apartaba.

“Qué lees?”

Le mostré la portada de mi libro.

“Ahhh, muy bien, y de que trata?”

“Ok, quieres platicar?” le dije con indiferencia y molesta porque había interrumpido mi lectura.

El chico se extrañó.

“Pues, sí” titubeó

Comenzamos a platicar, cómo lo esperaba fue una platica bastante superficial, qué estudiaba, por qué había entrado a esa escuela, si practicaba algún deporte, etc.

“Tienes novio?” me preguntó por fin.

Lo miré como si me hubiera ofendido la pregunta.

“No…” contesté

“Por qué?” sonrió como si hubiera ganado una competencia de algo

“Supongo, no estoy lista, o no quiero.” Contesté.

“Ahora entiendo, le han roto el corazón a la chica solitaria” dijo sin dejar de sonreír.

Aquel “galán” comenzaba a volverse incomodo.

No contesté.

El chico se percató de que no lo estaba haciendo bien y cambió el tema.

Seguimos platicando, hasta que por fin me pidió mi numero, etc.

Se los di, me despedí inmediatamente y después me marche.

Me di cuenta de que el tipo se había ofendido por aquello , y lo entiendo, cómo era posible que una mortal cómo yo hubiera ignorado a aquel experto en seducción en frente de ella?

Al día siguiente me encontraba en la misma escena.

Leia un rato y de pronto percibi aquel olor tan particular.

Era él.

Me saludó como aquel artista del momento que saluda a sus fans.

Le devolví el saludo.

“Otra vez leyendo?” me preguntó sonriendo.

“Así es” contesté y regresé a mi lectura.

“Muy bien…”

El chico miró a su alrededor cómo buscando un tema de conversación, yo lo miraba de reojo, entonces me percaté que algo en mi mochila llamó su atención.

Era una bolsa de paletas de caramelo que salía de mi mochila.

“Te gustan mucho las paletas?” me preguntó en broma

“No son para mí.” Contesté sin apartar la vista a mi libro.

“Entonces?” me preguntó sonriendo.

“Es jueves de sonrisas” dije con indiferencia

El seductor soltó una carcajada.

“Jueves de sonrisas?” preguntó.

“Sí.”

“Cómo?”

Suspiré con fastidio, me percaté de que aquel tipo iba a volver a interrumpir mi lectura.

“Jueves de sonrisas, todos los jueves llevo paletas en mi mochila, y se lo entrego a algún desconocido, o bien a una persona que quiera que sonría”

Soltó otra carcajada.

“Y eso cómo por qué?” preguntó como si le estuviera hablando sobre un cuento de ficción.

“Porque, así, por lo menos aquel que reciba mi paleta, va a tener asegurada por lo menos una sonrisa en el día”

“Y… Si sonríe o no… Qué tiene?” preguntó con curiosidad

“Qué…? A ti no te gusta sonreir?” dije con sarcasmo.

“Si, pero… Bueno, qué ganas tú?”

“La satisfacción de que hice sonreir a alguien.”

A estas alturas el hombrecito me veía como si fuera un ser alienígena.

“Bueno, tengo que irme a entrenar, nos vemos luego Ale” me dijo.

Tomé una paleta y se regalé, aunque para mi resultara una persona desagradable también merecía sonreir.

El chico sonrió y guiño el ojo.

Se marchó sin apartar la mirada de la paleta.

Viernes por la mañana.

Me dirigía a mi salón, cuando de nuevo, percibí aquella loción.

“Hola” me dijo con esa sonrisa deslumbrante de anuncio de pasta de dientes.

Hice gesto de fastidio.

“Hola” contesté sin voltearlo a ver.

Aquel chico se preparaba para hacerme una pregunta cuando lo interrumpí.

“Sabías que las mujeres parpadean más que los hombres?” dije.

El chico no contestó y volvió a mirarme como aquel bicho raro en el que me había convertido.

“Muy bien…” me dijo

Continuo caminando a mi lado.

“Sabías que es más probable que mueras caminando a comprar un boleto para la lotería, que ganártela?” dije.

“No… No sabía… Por qué me dices todo esto?”

“Viernes de datos curiosos” dije

El chico soltó una carcajada.

“Viernes de datos curiosos? Y este día también es para sacar sonrisas?” dijo bromeando.

“No…”

“Entonces?”

“No te gustan los datos curiosos?”

“Nunca me han importado… Por qué lo haces?”

“Para que las personas aprendan algo el día de hoy.” Contesté.

“Y qué ganas?”

“La satisfacción de que alguien aprendió algo por lo menos hoy”

El chico rió.

Hice caso omiso a su risa y me marché a mi salón.

Era sábado por la tarde, caminaba distraída, divagaba por las calles cuando de pronto mi celular sonó.

“Hola nena” dijeron del otro lado del teléfono.

Y sí, estas en lo correcto, era él.

“Hola” contesté cortante.

“Qué haces?” me preguntó.

“Camino”

“Ahhh, muy bien, a dónde vas?” me preguntó.

“No lo sé todavía”

Hubo un silencio durante unos segundos.

“Cómo que no sabes?”

“Camino sin rumbo” contesté.

Otro silencio.

“O sea… Sólo caminas? Y con qué fin”

“Con el fin de encontrar algo”

“Algo como qué?”

“No sé, algunas veces encuentro exposiciones, otras veces restaurantes, cafés, etc.”

Hizo la pregunta que al parecer comenzaba a distinguirlo.

“Y… Qué ganas?”

“En realidad, nada… Pero descubro cosas muy bellas que la gente ni se imagina que existe, y lo disfruto”

“Estás sola?”

“Sí”

“Cómo puedes estar sola?”

“Así camino a mi ritmo.”

Segundos de silencio.

“Bueno, solo quería saludarte, que tengas un bonito día” me dijo intentando recuperar su tono de voz seductor.

“Gracias”

Colgamos.

Me encontraba en la papelería de mi escuela esperando a sacar unas copias que me habian pedido y aquel chico se apareció atrás de mi.

“Hola” me dijo sonriendo.

“Hola” dije.

“Voy a ser breve esta vez, quieres salir conmigo?”

No me sorprendí.

“Si quieres” dije con indiferencia.

El chico se encontró ofendido.

“Si quiero, el sábado paso por ti a tu casa y vamos a algún lado y ya en la noche vamos a un antro por ahí, qué opinas?”

“Vamos a comer y ya te parece?”

Parecía como si le hubiera escupido en su cara pero aceptó, le di mi dirección y se marchó.

El sábado el chico pasó por mí a mi casa, como era de esperarse aun no estaba lista y lo invité a pasar a la sala, él entró como aquel artista cotizado dispuesto a dar una entrevista.

Cuando bajé a la sala, el chico estaba sentado mirando un dibujo que había dejado en la mesa.

“Tienes una hermana más chica?”

“No”

“Entonces qué es esto?” me dijo extrañado.

“Apadrino a una niña en una casa hogar y de repente me llegan dibujos suyos”

“O sea, ya eres mamá?” me dijo bromeando.

“No tan así, sólo le llevo juguetes, aporto cierta cantidad mensual a la casa hogar y en días especiales le llevo regalos, también algunos días paso a verlas y estoy ahí unos segundos”

“rodeada de huérfanos mugrosos”

Aquel comentario me hizo enojar muchísimo

“Ok… Haré como que no escuché ese comentario.. Vamonos”

El chico se disculpó y nos marchamos.

Fuimos a un restaurant que al parecer era de su padre y comenzamos a platicar.

Te puedo resumir la platica en fiestas suyas, anécdotas dónde el se encontraba muy ebrio, futbol, me platicó lo maravilloso que era jugando, dinero, viajes, etc. Ya sabes, temas comunes entre las personas de “sociedad”

Cuando me llevó de regreso a mi casa intentó besarme, lo aparte.

“Te estás pasando” le dije.

Volvió a disculparse.

“Segura que no quieres salir en la noche?”

“Completamente segura” contesté.

Otra vez, volví a escupirle.

El chico se marchó.

Pasaron los días y el chico mandaba mensajes que prefería no contestar.

De pronto estaba escribiéndote un día en el café en frente de mi escuela.

Y qué crees?

Así es, el chico entraba al lugar, caminando hacía mi como en una pasarela o mejor todavía, caminaba como si estuviera en la alfombra roja.

Definitivamente aquel chico era el príncipe azul de cualquier niña de mi edad, o por lo menos el modelo que cualquier niña de mi edad quisiera pasear tomada de la mano presumiendo.

Por otro lado yo comenzaba a pensar seriamente en que él tenía un radar para encontrarme.

“Hola, niña linda” me dijo con voz cautivadora.

“Hola” contesté con indiferencia, mientras seguía escribiendo.

La verdad, era más importante para mí hablar contigo que comenzar una película hollywoodense romantica con aquel tipo.

Tomo asiento en la mesa donde estaba.

“Qué haces? Tarea?”

“No, ya la hice”

“Claro, eres niña buena” dijo entre risas.

No contesté.

Miró la pantalla de mi computadora y vio un documento de “Word” abierto.

“Qué haces?” dijo con curiosidad.

“Escribo en mi blog.”

“Escribes? Y de qué escribes en tu blog?” me preguntó.

“Reflexiones y cosas parecidas.” Contesté.

“Y qué ganas?”

“Pues no sé, hacer que las personas reflexionen un ratito, por lo menos un día, y bueno, también quiero darme a conocer para cuando publique alguno de mis libros.”

“Has escrito libros?” me dijo sorprendido”

“Sí” el chico soltó una carcajada.

“O sea, eres un ratón de biblioteca completamente, no sólo te comes los libros si no que también los cocinas” dijo como si hubiera contado el mejor chiste en la historia.

Hice caso omiso.

“No has contestado mis mensajes, por qué?

Lo miré dando a entender que la pregunta era bastante obvia.

“Me gustas” dijo por fin.

No contesté.

“Me gustas” repitió.

“Si te escuché” contesté.

“Y bien?” me preguntó.

“No eres mi tipo” dije guiñando el ojo y continué escribiendo.

"Ok... Sabes una cosa? Eres muy rara" me dijo el tipo enojado.



"Prefiero ser rara a padecer de normalidad" contesté con tranquilidad.



Con esa frase había encendido en él el botón de histeria.



"Ahí vas, otra vez, con tus frases extrañas"



No contesté.



"Mira he sido muy paciente contigo porque me gustas, he intentado hacer como si me interesara todo eso raro que haces, pero sabes qué? La verdad no me interesa"



Yo seguía indiferente.



"La verdad, a mi tampoco me interesa, si te importa o no, no lo voy a dejar de hacer, así que estamos a mano" dije conservando tranquilidad.



El chico se exaltó.



"A ver, qué no entiendes? Las personas no hacen lo que tú haces, es raro, nadie hace lo que tú haces”



"Exactamente, nadie lo hace, si no lo hago yo, quien lo va a hacer? Es evidente que tú no" contesté ya molesta.



"No, a ver, no estoy siendo claro, no ganas nada con lo que haces, sólo pierdes tu valioso tiempo, nuestra edad está para salir, divertirnos, ligar, tú estás perdiendo tu tiempo con esas estupideces"

Me dijo con un tono de voz como si me estuviera dando una lección importante de vida.



Sonreí con sarcasmo.



"Para mi no son estupideces" dije tranquilamente.



"Ves? Eres una perdida de tiempo andando, a las personas a las que según tú les sacas sonrisas los jueves les vale si les regalas una paleta o no, no les vas a cambiar la vida, la niña va a seguir siendo huérfana, a nuestra edad nos da flojera leer, entonces pierdes tu tiempo con tu blog y tus libros, caminar sin rumbo? Los tiempos ya cambiaron y estoy seguro de que no eres ese personaje barato de telenovela que pintas, los intereses ya no son los mismos, vives fuera de la realidad, no conquistas a alguien dando datos curiosos, a nosotros no nos importa, por eso no tienes novio, por eso estás sola, y estás tan acostumbrada a eso que por eso no te molesta estar sola siempre perdiendo tu tiempo, que triste que seas tan bonita y tan ñoña a la vez.”

Di un golpe a la mesa con mis dos manos y me levanté, sentí un calor quemante que subía hasta mi cabeza, ya había sido demasiado paciente con aquel patán.

A estas alturas a ninguno de los dos nos importaba que estuviéramos rodeados de personas y habíamos robado algunas miradas.

“Creo que yo tampoco he sido clara contigo, es más que claro que nuestros intereses son completamente distintos, yo también he salido a fiestas, también he bebido hasta perder la memoria, también he ligado, he tenido novios, y sí lo he disfrutado y si tengo la oportunidad de hacerlo y QUIERO hacerlo lo haré, si prefiero ir a un café a leer es porque me gusta y lo disfruto, así como tu disfrutas de tu vida social, estoy harta de personas como tú me critiquen por que según ustedes ‘no he vivido’, te puedo jurar que he vivido mucho más que tú, y tienes razón, los tiempos han cambiado, las personas cada vez se vuelven menos humanas, y yo no soy rara, soy mucho más humana que tú, y quiero rescatar ese lado humano que todos tienen, todo lo que hago, lo hago porque me nace, no por que quiera conseguir un reconocimiento de alguien, mucho menos tengo el propósito de ligar, si hago las cosas diferentes es por eso, porque quiero un poco de diferencia, aunque sea con cosas tan chiquitas como regalar una paleta un jueves, sé que no voy a cambiar el mundo, y no planeo hacerlo, pero si puedo por lo menos sacudir tantito la monotonía en la que todos viven lo haré, igual y a la persona a la que le doy la paleta no le importa, pero por lo menos ya hice su día diferente ya que nadie se molesta en que el otro sonría, todos egoístas, pues yo no, yo no quiero ser así, pasa exactamente lo mismo con los datos curiosos, por lo menos tú ya tienes dos cosas interesantes que decirle a la siguiente tipa que te quieras ligar, en cuanto a la niña en la casa hogar, imagínate que no la hubiera apadrinado? Igual y la niña no recibiría aquellos regalos que tanto espera con ilusión porque no tiene nada, por lo menos sé que estoy haciendo feliz a una niña que tiene todo el derecho de serlo como tú y yo lo fuimos sólo que nosotros hemos sido más afortunados, no voy por la vida con una canasta de pétalos aventándolos mientras camino, también he lastimado a personas, también tengo días malos, también cometo errores, pero te repito no espero el reconocimiento de nadie, lo hago como alimento para mi alma, y si nadie lee mi blog ni compra mis libros, es su problema, la acción ya está, quiero recordarle a las personas que tienen alma, que son SERES HUMANOS, y que eso nos hace diferentes a los animales, caminar sin rumbo me ha dejado muchas cosas, no he caído en la rutina gracias a eso, he aprendido mucho, deberías de intentar ser un poquito más humano, no te digo que hagas todo lo que yo hago, haz algo diferente a tu manera, sin un interés de por medio, definitivamente yo no veo las cosas como tú y no me interesa hacerlo, y si nadie quiere ver las cosas con mis ojos, no me importa, te digo una cosa? Tienes toda la razón, no gano nada MATERIAL, pero gano más para crecer como persona, y no porque un imbécil como tú me venga a decir toda esa letanía estúpida yo voy a dejar de ´luchar’ por así decirlo en sacar a relucir ese lado humano que falta nos hace en este mundo basura, y sí, estoy sola, pero qué crees? Que disfruto mucho estarlo, porque me conozco, porque así me doy la oportunidad de ver cosas que antes no veía, y si llega alguien que me quiera con todas esas rarezas lo aceptaré feliz, si no, no pasa nada, yo sigo caminando, yo no espero tener a mi lado un sex symbol, si tengo novio es por cosas más importantes para mí, como el hecho de poder compartir lo que hago y lo que el hace, tener una compañía para platicar, para querer, y que sea recíproco, igual y soy muy cursi, pero para mí es reconfortante lo que he ganado siendo así, si ser normal significa ser como tú, desvalorizando a las personas, basándote en que tan guapa es una niña para volverla tu novia, en vez de fijarte que es lo que hay más allá de ella, fijándote en que tanto aguanta una persona una fiesta para llamarlo ‘amigo’ prefiero ser una ñoña.”

Terminé, respiraba agitada, hace mucho que no hablaba tan rápido y con tanta furia.

Mientras dije todo eso el chico me observaba boquiabierta, de pronto sentí como se volvía pequeñito, y lo dice alguien cuya estatura es diminuta.

Cuando terminé aquel hombrecito me miró fijamente unos minutos sin decir una sola palabra, tomó sus cosas y se marchó.

Pasaron los días, no lo volví a ver.

Un jueves, en mi casa, regresando de la escuela, después de haber regalado varias sonrisas, abrí mi mochila y me encontré con una paleta de caramelo con una nota.

“Jueves de sonrisas. Atte.: fadfdafsd”

Así es, aquel chico popular con intereses distintos a los míos había tomado en cuenta el jueves de sonrisas y me había regalado una paleta.

23.1.12

Aquel hombre canoso.

Han sido unos meses TAN extraños para mí, meses con millones de situaciones, cambios, altas y bajas, meses que traen consigo personas nuevas, nuevos planes, nuevas metas, meses que también se llevan muchas otras cosas.

Y claro como todo, es tanto lo que va entrando que te saturas, que sientes un desorden impresionante y no sabes por dónde empezar.

Y no estoy hablando de que todo eso sea negativo, al contrario, todo comienza a convertirse en algo tan positivo que cuesta más trabajo acomodarlo, porque es demasiado y nada se puede desechar, y al contrario tienes que cuidarlo.

Me sentía como esas veces en las que tu cuarto está TAN desordenado, con ropa tirada por todos lados, papeles, etc. Qué prefieres no entrar e ir a ver la tele a tu sala.

O bien, entras decidido a ordenar tu cuarto y son tantas cosas que no sabes por dónde empezar y terminas no haciéndolo, o los que tenemos esa suerte, que la señora que ayuda con la limpieza lo medio haga, y medio acomode las cosas para que por lo menos tengas un lugar dónde dormir.

Curiosamente mi cuarto siempre es impecable, sólo está lo necesario, cada periodo de tiempo me encargo de hacer una limpieza profunda, y en el resto de la semana procuro no desordenarlo, al contrario.

Lo chistoso es que no podía lograr eso con mi mente y mi corazón (por así decirlo, más con mi mente).

Intenté hacer de todo, horarios, listas, agendas, etc.

Y seguía sintiendo ese hartazgo por el desorden.

Estaba frustrada, por un lado estaba este amor tan grande que tengo para escribir, esos 4 libros dónde en cada palabra he plasmado mi corazón, ya ha pasado un año desde que escribí el primero y no he podido publicarlo, luego esta ansiedad de escribirte y seguirte platicando y no podía porque he estado tan saturada.

Entre millones de cosas, escuela, amigos, mi deporte, mi familia, que te quieres comer el mundo, metí miles de actividades este año, pensando en miles de metas, a mi edad la vida es tan complicada jaja.

Sentía presión por todos lados, que todo el mundo exige, y es cuando yo quería gritar “ESPERATE yo también tengo ganas de respirar.” Y bueno agradezco no tener pareja porque si no imagínate. A tiempo decidí deshacerme de esas broncas amorosas que no ayudan mucho en estos momentos.

En fin, sentía un gran desgaste, me sentía agotada, todo el tiempo con fastidio, con sueño, no tenía un buen humor, pero tampoco uno malo, creo que ni me podía concentrar en tener humor.

Y lo peor es que cómo son tantas cosas todo es a medias, ni siquiera podía poner un enfoque bien a algo (más que a la escuela pero esas por una razón indiscutible que se llama “el mal humor de mi padre si llego a sacar una mala calificación) claro que era normal esta frustración.

Sabes cómo se siente? Se siente como si caminaras, y caminaras, y caminaras, y después te detienes y te das cuenta que no has avanzado nada, que sigues en el mismo lugar, entonces pataleas, gritas y te enojas.

Siempre he sido muy literal, me acuerdo que cuando estaba más chica mi psicóloga me decía que me pusiera en los zapatos de mi padre para entenderlo, y pues así fue, llegue a mi casa y corrí al closet, busqué los zapatos más bonitos, los que no olieran tan mal y me coloqué en ellos, y te prometo, sólo así pude entender a que se refería mi psicóloga.

Entonces, si ya había intentado de todo y nada funcionaba, y yo sentía que caminaba sin un rumbo fijo me dije:

“Pues entonces literal, ve a caminar sin un rumbo fijo, a ver qué encuentras”

Ya lo he hecho anteriormente y funciona, y así fue, agarré una pequeña mochila metí mi laptop, el libro que ando leyendo, cigarros, cartera, y bueno, todo eso que llevamos en nuestro bolso, innecesario pero que puede ser necesario a criterio de nosotras las mujeres.

Llegué a la colonia por la que tanto me gusta caminar, y comencé a caminar sin un rumbo fijo, caminé por horas, encontré cosas increíbles, restaurantes, mini exposiciones, pasé por un parque repleto de curiosidades y de pronto, en frente de mí en la calle de Ámsterdam, me topé con un café que llamó mucho mi atención.

“Este es el café me dije.”

Llegué y el mesero que me atendió se sorprendió que sólo era yo, sin acompañante, y me dio paso a “la mesa más chica que es para dos personas”.

A lado de mi se encontraba un señor ya grande, barba entre grisácea y blanca, y su ondulado cabello lo tenía recogido en una cola de caballo, nada de gel o algún fijador para el cabello, camisa negra, y una pequeña argolla dorada en una de sus orejas. Tenía en frente de él un cuaderno y una pluma.

Volteo a verme y le sonreí como muestra de amabilidad, me regresó la sonrisa y regresó a lo suyo.

Pedí un Cappuccino, comencé a leer…

No me concentraba…

Prendí un cigarro…

Me dio agruras…

Cerré el libro y apagué el cigarro en el cenicero.

No me acomodaba en el sillón que por cierto daba apariencia de ser un gran “aposento de descanso”

El mesero amablemente me trajo mi café, le di un sorbo y me quemé la lengua.

“Ok, esto no está funcionando.” Me dije.

Entonces saltó a mí la idea de escribirte, de platicarte.

Me emocioné y prendí mi laptop, intenté acomodarme en el aposento de descanso más incomodo en el que he estado, respiré profundo, puse mis manos sobre el teclado y sonreí.

Me mantuve exactamente así unos 15 minutos, y no logré escribir ni una sola palabra.

Abrí de nuevo el libro, y quise leer, no me podía concentrar.

Suspiré con fastidio.

Abrí mi cajetilla, ya no había cigarros.

Di otro sorbo a mi café, me volví a quemar la lengua.

Maldije en voz alta.

Entonces me percaté de que el hombre canoso me miraba, me di cuenta de que se encontraba bastante divertido con mi situación.

Esta vez no le sonreí.

Abrí el archivo de un nuevo libro que estoy escribiendo, la misma escena que la anterior.

Entonces puse mi frente en la mesa.

Definitivamente no estaba funcionando.

De reojo vi como alguien me acercaba una cajetilla.

Alcé mi cabeza y era el hombre, seguía sonriendo.

“Quieres uno?” me dijo.

Quise rechazarlo, por haberse divertido con mi situación, pero realmente quería un cigarro, opté por aceptarlo.

Tomó su encendedor y caballerosamente me prendió mi cigarro.

“Gracias” contesté con fastidio.

“Te he estado observando, quieres que te ayude con tu tarea?”

Me extrañó la amabilidad del hombre.

“No es tarea”

“Entonces, sólo estás haciendo berrinche cómo cualquier niña de tu edad?” me dijo bromeando.

Hice gesto de molestia.

“Vamos, qué mejor que un hombre más grande que tú para ayudarte? Que te acongoja?”

Sé que siempre nos han dicho que no hablemos con extraños, pero, aquel hombre me inspiró confianza en el instante, y tenía razón, qué mejor que un hombre ya grande y completamente desconocido que se ofrece a darme ayuda para contarle? Digo, él era el que se iba a “fletar” toda mi letanía y después yo me iba a marchar y no iba a volverlo a ver. Además se veía completamente inofensivo.

Comencé a platicarle lo que en un inició te platiqué y varias cosas más.

El hombre me observaba atentamente, realmente estaba prestando atención a todo lo que le decía, y pude notar como analizaba por completo mis movimientos y mis palabras.

“Y la verdad, estoy comenzando a convertir todos estos sueños absurdos como hobbies, hay miles de escritores, deportistas, bailarines, etc., mejor que yo, es muy difícil que todo esto se cumpla, ya me estoy dando cuenta de esto” concluí.

“Qué edad tienes?” me preguntó.

Titubee por un momento y contesté.

Sonrió, tomó el cuaderno donde estaba escribiendo y me lo enseñó.

“Este es mi 11 libro, a mi me gusta hacerlo tradicionalmente, luego alguien más se encarga de pasarlo a algo parecido a lo que tu estas usando, también soy escritor, y vivo de esto.”

No contesté.

“Comencé a escribir cuando tenía unos 10 años más que tú. Mi primer libro se publicó 5 años después que lo terminé de escribir, y al igual que tú en esos 5 años yo me frustré, pero quería seguir escribiendo, me encanta escribir y leer, puedo darme cuenta que tú también.”

Asentí con la cabeza.

“Hoy en día es muy difícil sobresalir, es muy difícil con tanta competencia a nuestro alrededor, por ejemplo, tú eres competencia para mí, eres mucho más joven, más fresca, con más ideas, puedes adquirir mejor preparación, sin embargo, eso no me va a detener para que yo termine este libro” guiñó un ojo sin dejar de sonreír.

Me sentía como niña chiquita a la que le estaban contando un cuento con moraleja. Seguía sin contestar, no sabía a qué quería llegar aquel desconocido de cabellera blanca.

“Los verdaderos logros, los logros que te marcan tu vida, tardan, es un proceso largo, y tiene que ser largo, para que sea un logro perfecto, la vida es sabía, la vida sabe cuánto tiempo debe de tardar ese logro para que tú puedas sentirte completamente satisfecha. Pero qué pasa si te desesperas en el instante? Sí en el minuto en el que haces algo quieres resultados? Presionas ese proceso, y el logro sale mediocre, por lo tanto, sale mal.”

Yo sólo lo observaba, sentía que el hombre me conocía a la perfección.

“Todo aquello que haces con el corazón, que lo haces porque amas, siempre es bien compensado, por ejemplo, el blog del que me platicaste, no tiene otro fin más que dar a conocer tu pasión, porque así lo quieres, porque quieres enseñarle a los demás lo que has aprendido, no porque te paguen por ello, o porque vayas a obtener algo, lo haces por amor. Qué ocurre? Que obtienes grandes resultados, que las personas reconocen lo que haces, te lo hacen saber, y en cada reconocimiento tú sientes cómo tu alma sonríe, ya viste cómo si estas obteniendo pequeños logros? Y de los pequeños logros son ladrillos que van formando un gran monumento, sólo si tú decides seguir colocando aquellos pequeños ladrillos con amor”

Yo seguía callada.

“Por qué quieres publicar tus libros? Porque quieres comprarte una bonita bolsa con el dinero que ganes de ello?” me preguntó.

“No, en realidad no, lo hago porque estoy ansiosa de sentir el ver que tanto trabajo y corazón ahí, tuvo un resultado” contesté.

“En realidad, a ti no te importa dónde se venda, si se vende, quien lo compre, nada de eso, a ti lo que te importa es ver que está ahí como una meta que tú te has puesto. Es por un fin propio, por tu sentir. O me equivoco?”

“No, estás en lo correcto.”

“Dame el nombre de un autor.” Me dijo.

“Alejandro Jodorowsky” contesté.

“Tú crees que Alejandro Jodorowsky todos los días se levanta con un libro completo en la cabeza y llega sólo a plasmarlo?”

No conteste.

“Claro que no, de ser así sus libros y guiones no tendrían sentimiento, no provocarían eso que a ti te provocan cuando lees. Los escritores necesitan inspiración para hacer un buen trabajo, si no lo tienes en este momento, no te fuerces, que ahí va la mediocridad, cuando sientas algo plásmalo, si no lo sientes, no lo hagas, calma, que te repito la vida es sabia y sabe darnos el tiempo necesario a todos para cumplir nuestros sueños, sólo que la vida es muy estricta y si tú no haces nada para cumplirlos, el tiempo va a seguir pasando y la vida no perdona aquello.”

Comenzaba a entender lo que me quería decir.

“En cuanto a tu deporte, es lo mismo que lo anterior, siempre va a haber alguien mejor, siempre, pero no por eso tú vas a dejar de trabajar y de esforzarte, no te compares con las demás niñas, compárate contigo, compara lo que eres ahorita a lo que eras hace unos meses, compite contigo, no con nadie más, si la otra niña saca un nuevo elemento y a ti te cuesta más trabajo, enfócate en tomarte tu tiempo para hacerlo, aunque te tardes mucho más que las demás, pero que al final, todo lo que hagas, sea un resultado para ti, para tu persona, tu autoestima, no para demostrarle a alguien más algo, ese coraje, úsalo a tu favor, concéntrate en ti, porque te prometo que el día que la otra niña mejor comience a concentrarse en alguien más, es cuando va a comenzar a decaer. No te sientas presionada, cada entrenador sabe las aptitudes de sus niñas y por lo tanto debe de tenerles paciencia, sólo que si pequeña, si te estás dando el lujo de hacer las cosas a tu tiempo es porque los resultados van a ser asombrosos y porque cada elemento que hagas lo harás perfecto.”

Estaba asombrada, parecía que habían sacado a aquel hombre de alguna novela romántica y yo me sentía en una de esas películas cursis hollywoodenses.

“Agradece pequeña niña berrinchuda, por todas las personas que están llegando, agradece de por lo que te van a enseñar, tiempo para conocerlas a todas por completo siempre va a faltar, pero la oportunidad que tengas que estar con ellos, es la que TIENE que estar, no más o menos, no te aflijas por sentir que te falta tiempo para ellos, que si de verdad te quieren, van a esperar por ti, y cuando estén contigo te van a disfrutar así como tú los vas a disfrutar”.

El hombre prendió un cigarro y me ofreció otro, la plática estaba tan interesante que lo acepté.

Nos desviamos del tema y comenzamos a platicar de mil y un cosas, intercambiamos nombres de libros, me platicó de los suyos, le conté anécdotas en mi deporte y con mis amigos, y claro cómo en todas las conversaciones profundas salió el tema del amor.

Le platiqué mi situación y cómo me sentía por ello.

El hombre sonrió con una carcajada.

“También te presionas por eso? Sólo porque las personas ya comienzan a notar que no tienes novio? Niña, a estas alturas ya deberías de haberte dado cuenta que estas en una etapa de retroalimentación para tu persona, que estás teniendo una oportunidad maravillosa que te va a marcar por el resto de tu vida, la verdadera pareja llega después, cuando tú ya estás lista y ya has aprendido lo necesario y ahora puedes compartirlo con alguien más y ese alguien más contigo, y si no llega nunca, es porque sigues en tu etapa de retroalimentación, porque has tenido la maravillosa oportunidad de caminar al ritmo que tú quieras, dichosos aquellos, aprende, lucha por esos sueños de los que hemos estado platicando, no te detengas, ese complemento llega después, en el momento indicado, y aquel muchachito que de repente te roba los pensamientos, pero que definitivamente no debería porque no te está dejando crecer, mientras el va creciendo con su noviecita, quiérelo, quiérelo mucho, apóyalo en lo que puedas sin que te perjudique y dale las gracias de hacerte las cosas un poquito más difícil, los logros que nos toman esfuerzo son los que mejor se saborean, si logras encontrar a alguien en este proceso con ese bache, y lo superas, te vas a acordar de mi, y no te mortifiques que si el muchachito es para ti se va a dar cuenta del grave error que está cometiendo.”

Comenzaba a obscurecer, yo me encontraba sorprendida de lo que estaba ocurriendo.

“Por último, me es muy grato haberte conocido, haber conocido a una mujercita tan joven con tantos proyectos, tantos sueños y tantas metas, me es grato ver que tu presión es porque quieres hacerlo todo y no te da tiempo, hoy en día los jóvenes los relaciono como zombies que se van arrastrando por el camino de la vida sin proyecto alguno, existiendo, y peor perjudicando al no hacer nada en este ciclo de retroalimentación, todos los jóvenes deberían de compartir por lo menos una pequeña pizca de tus sueños, siempre me esforcé por fomentar aquello en mis hijos, porque se superaran día con día, no sabes lo frustrante que es para un padre ver que sus hijos no tienen motivación de nada, que sus problemas son la novia y cuanto dinero van a gastar en una fiesta, no logran entender el sentimiento de voltear atrás y ver todo lo que has fomentado, por eso unos sobresalen y otros no, pero qué pasaría si todos sobresaliéramos? Definitivamente no nos encontraríamos en esta situación global, imagínate que los jóvenes estudiaran y trabajaran porque tienen un sueño que cumplir? No porque si no, no van a tener qué comer después, o peor, no van a tener lujos, imagínate que todo fuera por amor? Regresamos a lo mismo, a que todo lo que haces con el corazón y por amor siempre es bien compensado, y no sólo en el sentimiento, ya viste que yo vivo de mi pasión y me puedo dar ciertos lujos, porque siempre lo hice con amor y con amor ayudas a los demás” sonrió.

Estuve a punto de soltar una lágrima.

“Todo se va a ir acomodando poco a poco, todo va a llegar en el momento preciso, si ahorita no tienes tiempo para todo, es porque todavía no es el tiempo para todo, todo a su tiempo, sin dejar de trabajar por ello, ahí entra el ser persistente. Quiérete, quiere lo que está a tu alrededor y nunca dejes de dar las gracias, agradece que estás saturada de oportunidades y no de impedimentos, también es cierto que las personas agradecidas son las mejor compensadas, deja de quejarte, mejor actúa, y sigue caminando sin rumbo pero con la meta a dónde quieres llegar, piérdete, toma caminos diferentes, encuentra diferentes atajos, estoy seguro de que seguirás encontrando cosas maravillosas”

Agradecí infinitamente al señor, no me quiso dar su nombre, dijo que las mejores lecciones vienen de extraños y tampoco quiso que le diera el mío, regresé a mi casa sonriendo, pensando en todo lo que me dijo, y mira, aquí estoy, escribiendo el blog más largo que he escrito hasta ahora, tal vez aquel hombre canoso tiene razón, esta vez no te estoy dejando una reflexión mía, te estoy compartiendo lo que aprendí hoy, lo que dijo alguien más, espero te ayude en algo, a mi me ayudó infinitamente.

Y ahora sí, este blog está basado en un hecho real jaja.

Gracias por leerme, eres especial :)

20.1.12

Hoy te perdono, me perdono.

Una noche de febrero en una cena de san Valentín.

“Quiero dar las gracias, por el miedo.

Porque por primera vez tengo miedo de que la persona junto a mi sea la que se quiera ir, y eso me hace querer luchar por hacerla sentir feliz, para que se quede junto a mí, y ser feliz también” dijo David mientras tomaba la mano de Liz, su novia.

Liz sonreía, 6 meses juntos, 6 meses queriéndose, 6 meses jugando a enamorarse.

Una noche de junio en el departamento.

David y Liz discutían.

Al parecer David estaba saliendo a escondidas con una chica, la mejor amiga de Liz los había encontrado en un restaurant tomados de la mano.

“No te voy a negar que estoy saliendo con ella, pero es mi amiga, no voy a dejar de tener amigas por ti Liz entiéndelo, si no me quieres creer es tu problema, voy a seguir saliendo con ella, si te parece, si quieres, si no, ya te dije, aun así lo voy a hacer”

Una madrugada de septiembre en la habitación.

Liz lloraba silenciosamente, David dormía a su lado. Se sentía incomoda, no podía dormir, no sabía que pasaba. David despertó.

“Qué te pasa?” preguntó adormilado.

Liz no contestó y derramó otra lágrima.

David la abrazó.

“Por qué no reconocemos que nuestros mejores tiempos ya pasaron? Que las cosas han cambiado, que la realidad es que tenemos una relación mala, y seguimos de todos modos? Aceptamos que nos peleamos mucho, ya casi no tenemos sexo, pero no queremos vivir el uno sin el otro. Así podemos pasar nuestras vidas juntos infelices, pero contentos de no estar separados.”

Vivir juntos y ser infelices para ser felices.

Liz aceptó esa oferta por unos cuantos meses más, e intentó hacer que funcionara por todo ese cariño que le tenía. Seguía con aquello que llamaba un “corazón roto que no quería soltar porque dolía rico.”

Su corazón tenía la esperanza de que todo regresara al inicio, estaba segura de que se amaban y que todo podía regresar (si se esforzaba un poco) a lo que era antes, que sólo estaban pasando una “mala racha”.

Un atardecer de octubre en el cuarto de Liz.

David llegó cansado de trabajar, aventó sus zapatos, desvistió de su camisa y sus pantalones y se acostó en la cama.

Liz estaba sentada del otro lado de la cama, leyendo.

“Cómo te fue?” preguntó Liz.

“Bien” contestó cortante su novio.

“Qué dice el trabajo?”

“No mucho”

Liz lo abrazó y David la apartó.

“Por qué no me dejas extrañarte Liz?” dijo con fastidio, dio media vuelta.

Los ojos de Liz enrojecieron comenzó a llorar, una lágrima cayó sobre la espalda de David.

“Ay Liz, no llores, es la verdad, por favor, estoy cansado”.

David apagó las luces y durmió.

Liz dio media vuelta e intentó dormir.

Una mañana de enero

Liz y David estaban sentados en las escaleras de su departamento

“Si te quedas, hoy comemos sushi preparado por mí” dijo David tranquilamente.

“Hoy voy a comer sushi, pero lo voy a preparar por mí, no me pediste que me quedara, lo siento”

David no contestó.

Minutos después llegó el taxi de Liz.

“Es tu última oportunidad para quedarte Liz.” Dijo David.

“Ya no pueden haber más oportunidades de las que ya nos dimos” contesto tranquilamente Liz.

Subió sus maletas al taxi, entró y se marchó.

Esa fue la última vez que Liz vio a aquel chico que amaba.

Derramó dos lagrimas en el camino “Las últimas dos” se dijo.

Una tarde de junio en el centro comercial.

Liz y su mejor amiga habían salido de compras, Liz por alguna extraña razón se había vuelto fanática de las compras y su mejor amiga se había vuelto su cómplice.

Se probaban vestidos una y otra vez y compraban uno o dos.

Pasaron por una tienda de lencería.

En el mostrador se encontraba un conjunto rojo de encaje bastante bonito.

Liz lo vio fijamente, pensativa.

“Deberías comprártelo Liz.” Dijo su mejor amiga

“Para quien?” contestó con un suspiro.

“Para ti, sólo para ti Liz”

Liz sacudió su cabeza y continuó caminando.

Una noche agosto en casa de Liz.

El teléfono sonó.

“Hola Liz.” Era David

Las manos de Liz comenzaron a temblar, no pudo contestar durante unos segundos.

“Hola David, cómo estás?”

“Bien, acordándome de ti, y tú?”

Liz volteó a ver a su alrededor, estaba sola, llevaba varios meses así.

“Bien.” Contestó Liz por teléfono.

“Acordándote de mí?” Dijo David con esa voz grave que fascinaba.

“Leyendo, que pasó?” contestó Liz.

“Quería saber cómo estabas, encontré una obra de teatro buenísima, vamos?”

Liz y David solían ir al teatro diario.

Liz titubeó por unos segundos.

“No sé, déjame ver, me organizo y te marco.”

“De acuerdo, espero tu llamada bonita, chao” contestó el chico seductor.

Liz colgó.

Comenzó a llorar, llamó a su mejor amiga.

“Bueno?” contestó la chica con voz adormilada.

“Acaba de marcarme David, estoy sola, puedes venir?”

Liz contaba con la suerte de que su mejor amiga vivía a unas cuadras de su nuevo departamento.

“Voy para allá”

Colgaron.

A los pocos minutos llegó su mejor amiga, en pijama cómo era de esperarse.

Liz estaba sentada en el sillón, con sus rodillas pegadas al pecho mientras abrazaba sus piernas, lloraba.

“Que pasa Liz?”

Comenzaron a platicar.

“Lo amo sabes? Pero estoy enojada con él, estoy muy enojada, me lastimó mucho, y ahora viene con esa fresquedad que tanto lo caracteriza a invitarme a salir, por qué lo hace? Se puede amar y odiar a la vez? Y mira, seguro él ya salió con varias chicas, y yo, aquí , sola sin encontrar a alguien, acordándome de él con nostalgia, pero también deseando que desapareciera” dijo Liz entre sollozos.

“Sólo perdónalo Liz” contestó su mejor amiga con tranquilidad.

“Pero es que también he pensado, y tal vez yo tengo la culpa por muchas cosas, tal vez yo también tengo la culpa por todo lo que pasó, yo también le ocasioné muchos problemas, si no hubiera llorado tanto, tal vez, yo no estaría aquí sola. Aun lo quiero, pero ya no lo quiero querer, ya no quiero lastimarme más.”

“Entonces, perdónate primero, y después perdónalo a él. Sólo así vas a poder seguir” Contesto la chica.

Liz no entendió.

Un sábado de Diciembre por la mañana.

Liz caminaba por el parque al que solía ir, no había vuelto a hablar con David desde aquella vez que el marcó. No había salido con nadie. Ya no lloraba, pero tampoco podía sonreír con el alma.

“Perdónate primero, y después perdónalo a él. Sólo así vas a poder seguir” escuchó en su mente.

Regresó a aquel día en su cuarto, cuando aceptó el “trato” que David le había propuesto.

“Vivir juntos y ser infelices para ser felices.”

Era tan fácil distinguir de esa disfunción entre los dos.

Liz sabia que esas dos almas ya estaban cansadas, que ya debían de liberarse, antes de que esa tristeza los matara.

“David, traté tantas veces de hacerte entender que te amaba.”

Liz tomó asiento en una de las bancas del parque, suspiró y recordó lo que su mejor amiga le dijo.

“Sabes qué David? Te perdono, de verdad, todo lo que pasó, lo perdono, te quiero con toda mi alma, y quiero que estés bien, que te vaya bien sin mí, porque yo ya quiero que me vaya bien sin ti, David, ya todo pasó, ya no te tengo coraje, al contrario, te guardo bien, te guardo cómo un buen recuerdo, voy a eliminar toda esa nostalgia, porque ya no quiero que regreses, ni quiero que te vayas, sólo quiero que estés bien” Liz se dijo a sí misma, y respiró profundo.

Aquel día Liz sintió un gran alivio en su pecho, un aire que hace mucho no sentía, Liz sentía un gran alivio.

Sin embargo, algo más le molestaba en su pecho, no podía entender.

Noche de San Valentín en el apartamento de Liz.

Liz veía películas románticas con un gran balde de palomitas, soltaba una que otra lágrima mientras veía películas, estaba sola, su mejor amiga había salido a cenar con su novio, sus amigos estaban con sus respectivas parejas.

Definitivamente Liz extrañaba todo eso.

Pero por qué ella no podía abrir su corazón todavía?

“Perdónate Liz.” Escuchó.

Millones de recuerdos pasaron por cabeza de Liz, “hubieras” inundaron sus pensamientos.

Liz entendió que no podía seguir culpándose, que no podía seguir aceptando toda la responsabilidad delo que había pasado.

Liz comenzó a trabajar en perdonarse.

Pasaron los meses, poco a poco, Liz fue sintiendo cómo esa incomodidad que sentía en su pecho se iba desvaneciendo.

Es curioso no?

Todo lo que envuelve una situación así.

“Perder” aquello tan especial que tienes con alguien y todo el coraje que envuelves, tanto como para la persona, cómo para ti.

Una intranquilidad “innecesaria” que no te puedes explicar.

Y todo por no poder perdonar.

Por “atesorar” en tu mente cosas que no tienes que.

Creo que a todos nos ha pasado una situación como la de Liz, y no tiene que ser precisamente en el ámbito amoroso, también cuando nos encontramos envueltos en una amistad desastrosa.

Amistad, pareja.

Las dos vienen de amor, de un sentimiento tan intenso que si llegas a obstruir se vuelve tu peor enemigo.

Creo, que en la situación de Liz, podemos relacionarnos como las ruinas de un palacio que en algún tiempo fue muy lujoso.

Quien iba a imaginar en ese entonces que aquel palacio iba a terminar en ruinas?

Que aquellas ruinas se convertirían en el lugar más callado y solitario.

No cabe duda que todos quisiéramos que las cosas siguieran igual.

Que muchas veces decidimos seguir ahí, conformarse con vivir infelices por miedo al cambio, a un derrumbe.

Y cuando por alguna razón se derrumba?

Todo el caos que puede sufrir una persona, adaptarse, quemarse, saquearse… Pero al final reconstruido.

Tal vez es que la vida de uno no es tan caótica como nosotros creemos que es, pero sin duda alguna el mundo lo es y la trampa es encariñarse de una parte de él.

Entonces tal vez la ruina es un regalo, la ruina es el cambio a la transformación.

Hay que estar preparados para oleadas de transformación

Liz fue entendiendo poco a poco que los dos, tanto ella como David, merecían algo mejor que seguir juntos porque temían la destrucción si no.

No dura para siempre, nada puede durar tanto.

Mucho menos un rencor, porque acaba por consumirte como un gran incendio en aquel palacio que eres tú

No cabe duda que nunca vamos a poder entender el comportamiento de aquel ser amado que decide lastimarte.

Pero si puedes entender tu comportamiento, que es el que importa.

Encerrarnos en él “Es que por qué?” sólo nos genera problemas.

Una vez dije que perdonaba antes de que me pidieran perdón, para no esperar una disculpa.

Y es precisamente eso, la mayoría de las veces, la disculpa llega después y no podemos estar esperando a que eso llegue, porque nos detenemos nos limita.

Suena tan fácil decirlo, pero tan difícil aplicarlo.

Pero es que es la única solución que puedo encontrar.

No te puedes permitir tanto tiempo de tristeza, cuando algo ya no va por un camino, es mejor dejar que se vaya, así, te evitas de muchos rencores innecesarios.

Si realmente quieres a una persona te invito a perdonarla/o a desearle lo mejor y seguir adelante.

Y dejar de culparte. Aquí no hay culpas, las cosas pasan porque tienen que pasar.

Si tanto lo quieres, entonces debes de quererte igual, si ya perdonaste a la otra persona, entonces perdónate a ti.

Aprender, y no cometer errores que crees que cometiste la vez pasada.

Si no puedes superar un desamor, piensa porque no puedes, y si te hace bien eso, si no, creo que la señal está más que clara, tienes que dejarlo ir.

No te avergüences porque algo no funciono, porque tienes un corazón roto.

Tener un corazón roto es bueno, significa que te arriesgaste.

8.1.12

Hora de un cambio

Platicaba con Mary, una nueva amiga...
Le comentaba que estaba llena de miedo, que se acercaba una nueva etapa a mi vida y que tenia miedo de fracasar en esta nueva oportunidad...
Tenía miedo de un gran cambio, tenia miedo de tomar una mala decisión.
"Solo disfruta Ale" me contestó.
Comencé a pensar sobre eso que le dicen "miedo" y recordé algo que escribí en un blog.

El miedo la mayoría de las veces llega a uno cuando se presenta algo completamente desconocido… 


Ya había superado el miedo de "volver a querer a alguien"... Y, no fue tan difícil, era un tema del cual ya tenía una idea, y podía hablar al respecto sin problemas...


Pero... Ahora me enfrentaba con algo diferente...



El miedo, a enfrentarme a algo del cual no tengo conocimiento, de un cambio radical...


Una nueva etapa, de la cual no tenía ni idea de como iba a manejar...


Es cierto, el miedo es un limitante...


Por eso vemos siempre a muchas personas con una vida "rutinaria" porque siempre sintieron miedo de un cambio...


Yo no solo sentía miedo al cambio, sentía miedo a fracasar...


Después de tanto pensar y de platicar con Mary llegué a la siguiente conclusión:


El éxito depende y está únicamente en uno, en la satisfacción que podamos tener de nuestra vida.
Demostrar una sonrisa sincera y de satisfacción, eso es éxito.
El miedo, es la forma en la que nosotros reaccionamos cuando se nos presenta algo que no conocemos...
La vida no nos manda situaciones que no estemos listos para superar, y nos da todas las armas para hacerlo, lo difícil, es aceptar la responsabilidad de lograrlo, esta en nosotros el querer actuar positivamente ante ello.
Y si algo he entendido es reaccionar en el momento, para transformar eso que "debemos de hacer" a un habito. Entonces vamos adquiriendo una habilidad innata para ser exitosos.
Siempre teniendo en mente que la vida se justifica cuando hace "un mal acto" al final.


Ahí es cuando entra la madurez, la madurez no es otra cosa más que aceptar esa responsabilidad, a reaccionar, a actuar.


Siempre menciono al "alimento para el alma"... Y lo menciono como "situaciones" o "personas" que nos ayudan a ser cada vez más humanos... Y creo que es una parte sumamente importante para nosotros... 


Qué mejor que la experiencia como titulo de "graduación" de la vida?


Sí, es hora de un cambio.
Pero quiero gozar de ese cambio.
Así como nacer y morir, algo es completamente cierto...
Todo cambia...
Gozar de eso es aceptar que siempre van a existir cambios en tu vida, en las personas en uno mismo, y dejar que ese proceso fluya.
Algunas veces tengo ese conflicto de que no quiero aceptar que el mundo y por lo tanto las personas cambiamos.
Pero después creo que si no cambiaran, no sabría que hay algo mejor.
El cambio lleva consigo, pérdidas... Y si nos llega a doler un cambio, es porque nos dolerá que las cosas ya no sean igual.
Estar siempre sujetos a u cambio, aprender también va de la mano con cambiar. 
Ver la vida en diferentes ángulos para tener diferentes expectativas.
Si nos quedamos parados solo en un angulo... No podremos ver más allá... Si no vemos más allá... Tal vez no vemos el éxito...
Y si no lo vemos no existe... No sé si me explico...

Muchas veces cometí el error de planear esos cambios con precisión, cuando en realidad, es más seguro un momento inesperado, que uno planeado.


Y es que es cierto, las mejores personas y situaciones que me han pasado, jamás las planee o las imaginé, simplemente así fue.


Creo que también si el cambio es positivo o negativo, depende de nuestra actitud.
Hoy es lo único que existe... Ayer y mañana solo ubican el tiempo...
Entonces HOY aceptamos las oportunidades, HOY agradecemos y HOY las disfrutamos...


Y si a veces dudamos, calma... 
Las dudas son señalamientos... Las duda es el indicador de que tienes que averiguar... 
Y aunque surja otra dudar y creamos nunca salir de ese remolino... La clave para salir es seguir averiguando...


Entonces porque me daba miedo "la frustración"? 
Me daba miedo porqué he pasado en frente de personas "a medias"... Personas más grandes que yo...
Pero entonces entiendo que la responsable de que eso no pase soy yo únicamente... 
Aprender a respondernos con lo que tenemos al rededor de nosotros...
Estar "muerto en vida" creo yo... Es eso... Vivir sin saber...


Y sí... Yo cuestiono todo lo que creo, hablo, y pienso... No porqué no confíe en mi... Si no porque la pregunta siempre es "lo digo a partir de lo que he vivido?" si me respuesta es sí... Entonces estoy hablando, creyendo y pensando en lo correcto... Así me evito juzgar... Y procuro no hacerlo...
Entonces un día obtengo una recompensa alguien me dice "contigo me siento comprendido, no juzgado"... Alimento puro para el alma...
Creer más en lo que sentimos, y después en lo que escuchamos y vemos... Porque si hablamos de lo que sentimos, entonces estamos hablando de la experiencia de la vida... 
Aquel que no siente por miedo, por falta de confianza, se está perdiendo de algo muy bonito que la vida te brinda...


Confiar en el proceso de la vida en una totalidad, con lo que nos hace feliz y nos hace tristes... 
Y si algo me queda claro... Es que cuando todo parece ser un rompecabezas imposible de resolver... Cuando todo parece ser caos... De pronto... Con una naturalidad maravillosa... Todas las piezas se colocan en su lugar... Todo tiene orden... Todo en su lugar... Todo en donde debe de estar... Y es que es cierto lo que leí... Todo tiene su tiempo, y ese tiempo tiene su función...


Quien fracasa... No es por mala suerte, ni porque "así le tocó"... Es porque esa fue su decisión...


Para qué planear tanto un cambio? 


El cambio se te presenta cuando es necesario, sin avisar, aunque no quieras, tú solo lo moldeas de la manera que quieres... 


Y entonces... No se llama "cambio" se llama "proceso de la vida"...


Quiero sacar algunas partes de mí... Sacar las tormentas que tenía en mis ojos, sacar las astillas enterradas en mi corazon... Sacar el polvo que opacaba mi mente... Sacar ruidos de mis oidos...
Que se queden afuera las tormentas, que las astillas estén en su lugar, en las rosas... Transformar el polvo en algo solido donde pueda caminar.... Convertir el ruido en música...
No quiero dudar de mi, ni de nadie... Quiero creer en todos para poder creer en mí... Quiero cambiar millones de veces de opinión... Tener dentro de mi unicamente pensamientos que me hagan sonreir... No quiero dudar, ni tener miedo... No siempre "cambiar" significa dudar... Tal vez puede ser que hay más opciones... Quiero dejar de planear, para comenzar a reaccionar... Aprender y que me aprendan... Hablar de lo que siento... Transformar aquello que no me gusta en vez de eliminarlo... Quiero agradecer... No quiero pensar en el mañana... Quiero tener ese valor de hablarle a esa persona que no me atrevo, y decirle lo que le quiero decir... Quiero cumplir todo lo que he prometido... Aunque sea una simple llamada... Quiero disfrutar lo que tengo y dejar de llorar por lo que todavia no es mio... Quiero ser paciente... Quiero aceptar y ser fuerte... Quiero asegurarme de que soy lo que quiero ser... Quiero sanar con rapidez, porque si duele, tal vez es lo unico que tengo en este momento... Hoy quiero cambiar... Quiero hacer todo lo que tengo y quiero hacer...

Y todo esto que escribí viene de una frase muy corta... "Sólo disfruta"