30.1.12

Jueves de sonrisas.

Era miércoles.


Mataba el tiempo en la cafetería de mi escuela mientras esperaba a que llegara la hora de irme a mi siguiente clase.



Comencé a sentir una fuerte mirada que me analizaba de pies a cabeza.



Alcé mi cabeza y me di cuenta de que un chico unas mesas adelante de la mía me observaba.



Playera negra con cuello en "V" de diseñador, pantalones azules, tenis converse, un "collar" también de marca que hacia juego con su vestimenta, peinado como la moda lo dicta, y estaba sentado mirándome como si estuviera en alguna sesión de fotos para revista de moda.



En cuanto crucé miradas con él, el tipo me sonrió, una sonrisa con el fin de conquistar.



Le devolví la sonrisa, y continúe leyendo.



Entonces me llegó un olor bastante agradable, era loción, seguramente también de una marca bastante cara. Aparté la mirada de mi libro y aquel chico-modelo estaba sentado en mi mesa.



Mire sus ojos grises que contrastaban con su cabello negro y me di cuenta de que el tipo estaba convencido de que no era humano, de que era hijo de los Dioses.



"Hola" sin dejar de sonreír.



"Hola?" dije mientras hice una mueca extrañada.



"Por qué tan solita?" guiño un ojo.



"No estoy sola"



Cómo lo esperaba el chico no entendió.



Le mostré mi libro y quise dar a entender que me estaba interrumpiendo.



"Ja… Eso no es compañía” me dijo con voz seductora.

Hice caso omiso y segui leyendo.

“Y .. Cómo te llamas?” me dijo.

“Ale” contesté sin apartar la mirada de mi libro.

“Hola Ale solitaria, me llamo djfaddfasd” me contestó cada vez más cerca de mí.

“Hola” contesté mientras me apartaba.

“Qué lees?”

Le mostré la portada de mi libro.

“Ahhh, muy bien, y de que trata?”

“Ok, quieres platicar?” le dije con indiferencia y molesta porque había interrumpido mi lectura.

El chico se extrañó.

“Pues, sí” titubeó

Comenzamos a platicar, cómo lo esperaba fue una platica bastante superficial, qué estudiaba, por qué había entrado a esa escuela, si practicaba algún deporte, etc.

“Tienes novio?” me preguntó por fin.

Lo miré como si me hubiera ofendido la pregunta.

“No…” contesté

“Por qué?” sonrió como si hubiera ganado una competencia de algo

“Supongo, no estoy lista, o no quiero.” Contesté.

“Ahora entiendo, le han roto el corazón a la chica solitaria” dijo sin dejar de sonreír.

Aquel “galán” comenzaba a volverse incomodo.

No contesté.

El chico se percató de que no lo estaba haciendo bien y cambió el tema.

Seguimos platicando, hasta que por fin me pidió mi numero, etc.

Se los di, me despedí inmediatamente y después me marche.

Me di cuenta de que el tipo se había ofendido por aquello , y lo entiendo, cómo era posible que una mortal cómo yo hubiera ignorado a aquel experto en seducción en frente de ella?

Al día siguiente me encontraba en la misma escena.

Leia un rato y de pronto percibi aquel olor tan particular.

Era él.

Me saludó como aquel artista del momento que saluda a sus fans.

Le devolví el saludo.

“Otra vez leyendo?” me preguntó sonriendo.

“Así es” contesté y regresé a mi lectura.

“Muy bien…”

El chico miró a su alrededor cómo buscando un tema de conversación, yo lo miraba de reojo, entonces me percaté que algo en mi mochila llamó su atención.

Era una bolsa de paletas de caramelo que salía de mi mochila.

“Te gustan mucho las paletas?” me preguntó en broma

“No son para mí.” Contesté sin apartar la vista a mi libro.

“Entonces?” me preguntó sonriendo.

“Es jueves de sonrisas” dije con indiferencia

El seductor soltó una carcajada.

“Jueves de sonrisas?” preguntó.

“Sí.”

“Cómo?”

Suspiré con fastidio, me percaté de que aquel tipo iba a volver a interrumpir mi lectura.

“Jueves de sonrisas, todos los jueves llevo paletas en mi mochila, y se lo entrego a algún desconocido, o bien a una persona que quiera que sonría”

Soltó otra carcajada.

“Y eso cómo por qué?” preguntó como si le estuviera hablando sobre un cuento de ficción.

“Porque, así, por lo menos aquel que reciba mi paleta, va a tener asegurada por lo menos una sonrisa en el día”

“Y… Si sonríe o no… Qué tiene?” preguntó con curiosidad

“Qué…? A ti no te gusta sonreir?” dije con sarcasmo.

“Si, pero… Bueno, qué ganas tú?”

“La satisfacción de que hice sonreir a alguien.”

A estas alturas el hombrecito me veía como si fuera un ser alienígena.

“Bueno, tengo que irme a entrenar, nos vemos luego Ale” me dijo.

Tomé una paleta y se regalé, aunque para mi resultara una persona desagradable también merecía sonreir.

El chico sonrió y guiño el ojo.

Se marchó sin apartar la mirada de la paleta.

Viernes por la mañana.

Me dirigía a mi salón, cuando de nuevo, percibí aquella loción.

“Hola” me dijo con esa sonrisa deslumbrante de anuncio de pasta de dientes.

Hice gesto de fastidio.

“Hola” contesté sin voltearlo a ver.

Aquel chico se preparaba para hacerme una pregunta cuando lo interrumpí.

“Sabías que las mujeres parpadean más que los hombres?” dije.

El chico no contestó y volvió a mirarme como aquel bicho raro en el que me había convertido.

“Muy bien…” me dijo

Continuo caminando a mi lado.

“Sabías que es más probable que mueras caminando a comprar un boleto para la lotería, que ganártela?” dije.

“No… No sabía… Por qué me dices todo esto?”

“Viernes de datos curiosos” dije

El chico soltó una carcajada.

“Viernes de datos curiosos? Y este día también es para sacar sonrisas?” dijo bromeando.

“No…”

“Entonces?”

“No te gustan los datos curiosos?”

“Nunca me han importado… Por qué lo haces?”

“Para que las personas aprendan algo el día de hoy.” Contesté.

“Y qué ganas?”

“La satisfacción de que alguien aprendió algo por lo menos hoy”

El chico rió.

Hice caso omiso a su risa y me marché a mi salón.

Era sábado por la tarde, caminaba distraída, divagaba por las calles cuando de pronto mi celular sonó.

“Hola nena” dijeron del otro lado del teléfono.

Y sí, estas en lo correcto, era él.

“Hola” contesté cortante.

“Qué haces?” me preguntó.

“Camino”

“Ahhh, muy bien, a dónde vas?” me preguntó.

“No lo sé todavía”

Hubo un silencio durante unos segundos.

“Cómo que no sabes?”

“Camino sin rumbo” contesté.

Otro silencio.

“O sea… Sólo caminas? Y con qué fin”

“Con el fin de encontrar algo”

“Algo como qué?”

“No sé, algunas veces encuentro exposiciones, otras veces restaurantes, cafés, etc.”

Hizo la pregunta que al parecer comenzaba a distinguirlo.

“Y… Qué ganas?”

“En realidad, nada… Pero descubro cosas muy bellas que la gente ni se imagina que existe, y lo disfruto”

“Estás sola?”

“Sí”

“Cómo puedes estar sola?”

“Así camino a mi ritmo.”

Segundos de silencio.

“Bueno, solo quería saludarte, que tengas un bonito día” me dijo intentando recuperar su tono de voz seductor.

“Gracias”

Colgamos.

Me encontraba en la papelería de mi escuela esperando a sacar unas copias que me habian pedido y aquel chico se apareció atrás de mi.

“Hola” me dijo sonriendo.

“Hola” dije.

“Voy a ser breve esta vez, quieres salir conmigo?”

No me sorprendí.

“Si quieres” dije con indiferencia.

El chico se encontró ofendido.

“Si quiero, el sábado paso por ti a tu casa y vamos a algún lado y ya en la noche vamos a un antro por ahí, qué opinas?”

“Vamos a comer y ya te parece?”

Parecía como si le hubiera escupido en su cara pero aceptó, le di mi dirección y se marchó.

El sábado el chico pasó por mí a mi casa, como era de esperarse aun no estaba lista y lo invité a pasar a la sala, él entró como aquel artista cotizado dispuesto a dar una entrevista.

Cuando bajé a la sala, el chico estaba sentado mirando un dibujo que había dejado en la mesa.

“Tienes una hermana más chica?”

“No”

“Entonces qué es esto?” me dijo extrañado.

“Apadrino a una niña en una casa hogar y de repente me llegan dibujos suyos”

“O sea, ya eres mamá?” me dijo bromeando.

“No tan así, sólo le llevo juguetes, aporto cierta cantidad mensual a la casa hogar y en días especiales le llevo regalos, también algunos días paso a verlas y estoy ahí unos segundos”

“rodeada de huérfanos mugrosos”

Aquel comentario me hizo enojar muchísimo

“Ok… Haré como que no escuché ese comentario.. Vamonos”

El chico se disculpó y nos marchamos.

Fuimos a un restaurant que al parecer era de su padre y comenzamos a platicar.

Te puedo resumir la platica en fiestas suyas, anécdotas dónde el se encontraba muy ebrio, futbol, me platicó lo maravilloso que era jugando, dinero, viajes, etc. Ya sabes, temas comunes entre las personas de “sociedad”

Cuando me llevó de regreso a mi casa intentó besarme, lo aparte.

“Te estás pasando” le dije.

Volvió a disculparse.

“Segura que no quieres salir en la noche?”

“Completamente segura” contesté.

Otra vez, volví a escupirle.

El chico se marchó.

Pasaron los días y el chico mandaba mensajes que prefería no contestar.

De pronto estaba escribiéndote un día en el café en frente de mi escuela.

Y qué crees?

Así es, el chico entraba al lugar, caminando hacía mi como en una pasarela o mejor todavía, caminaba como si estuviera en la alfombra roja.

Definitivamente aquel chico era el príncipe azul de cualquier niña de mi edad, o por lo menos el modelo que cualquier niña de mi edad quisiera pasear tomada de la mano presumiendo.

Por otro lado yo comenzaba a pensar seriamente en que él tenía un radar para encontrarme.

“Hola, niña linda” me dijo con voz cautivadora.

“Hola” contesté con indiferencia, mientras seguía escribiendo.

La verdad, era más importante para mí hablar contigo que comenzar una película hollywoodense romantica con aquel tipo.

Tomo asiento en la mesa donde estaba.

“Qué haces? Tarea?”

“No, ya la hice”

“Claro, eres niña buena” dijo entre risas.

No contesté.

Miró la pantalla de mi computadora y vio un documento de “Word” abierto.

“Qué haces?” dijo con curiosidad.

“Escribo en mi blog.”

“Escribes? Y de qué escribes en tu blog?” me preguntó.

“Reflexiones y cosas parecidas.” Contesté.

“Y qué ganas?”

“Pues no sé, hacer que las personas reflexionen un ratito, por lo menos un día, y bueno, también quiero darme a conocer para cuando publique alguno de mis libros.”

“Has escrito libros?” me dijo sorprendido”

“Sí” el chico soltó una carcajada.

“O sea, eres un ratón de biblioteca completamente, no sólo te comes los libros si no que también los cocinas” dijo como si hubiera contado el mejor chiste en la historia.

Hice caso omiso.

“No has contestado mis mensajes, por qué?

Lo miré dando a entender que la pregunta era bastante obvia.

“Me gustas” dijo por fin.

No contesté.

“Me gustas” repitió.

“Si te escuché” contesté.

“Y bien?” me preguntó.

“No eres mi tipo” dije guiñando el ojo y continué escribiendo.

"Ok... Sabes una cosa? Eres muy rara" me dijo el tipo enojado.



"Prefiero ser rara a padecer de normalidad" contesté con tranquilidad.



Con esa frase había encendido en él el botón de histeria.



"Ahí vas, otra vez, con tus frases extrañas"



No contesté.



"Mira he sido muy paciente contigo porque me gustas, he intentado hacer como si me interesara todo eso raro que haces, pero sabes qué? La verdad no me interesa"



Yo seguía indiferente.



"La verdad, a mi tampoco me interesa, si te importa o no, no lo voy a dejar de hacer, así que estamos a mano" dije conservando tranquilidad.



El chico se exaltó.



"A ver, qué no entiendes? Las personas no hacen lo que tú haces, es raro, nadie hace lo que tú haces”



"Exactamente, nadie lo hace, si no lo hago yo, quien lo va a hacer? Es evidente que tú no" contesté ya molesta.



"No, a ver, no estoy siendo claro, no ganas nada con lo que haces, sólo pierdes tu valioso tiempo, nuestra edad está para salir, divertirnos, ligar, tú estás perdiendo tu tiempo con esas estupideces"

Me dijo con un tono de voz como si me estuviera dando una lección importante de vida.



Sonreí con sarcasmo.



"Para mi no son estupideces" dije tranquilamente.



"Ves? Eres una perdida de tiempo andando, a las personas a las que según tú les sacas sonrisas los jueves les vale si les regalas una paleta o no, no les vas a cambiar la vida, la niña va a seguir siendo huérfana, a nuestra edad nos da flojera leer, entonces pierdes tu tiempo con tu blog y tus libros, caminar sin rumbo? Los tiempos ya cambiaron y estoy seguro de que no eres ese personaje barato de telenovela que pintas, los intereses ya no son los mismos, vives fuera de la realidad, no conquistas a alguien dando datos curiosos, a nosotros no nos importa, por eso no tienes novio, por eso estás sola, y estás tan acostumbrada a eso que por eso no te molesta estar sola siempre perdiendo tu tiempo, que triste que seas tan bonita y tan ñoña a la vez.”

Di un golpe a la mesa con mis dos manos y me levanté, sentí un calor quemante que subía hasta mi cabeza, ya había sido demasiado paciente con aquel patán.

A estas alturas a ninguno de los dos nos importaba que estuviéramos rodeados de personas y habíamos robado algunas miradas.

“Creo que yo tampoco he sido clara contigo, es más que claro que nuestros intereses son completamente distintos, yo también he salido a fiestas, también he bebido hasta perder la memoria, también he ligado, he tenido novios, y sí lo he disfrutado y si tengo la oportunidad de hacerlo y QUIERO hacerlo lo haré, si prefiero ir a un café a leer es porque me gusta y lo disfruto, así como tu disfrutas de tu vida social, estoy harta de personas como tú me critiquen por que según ustedes ‘no he vivido’, te puedo jurar que he vivido mucho más que tú, y tienes razón, los tiempos han cambiado, las personas cada vez se vuelven menos humanas, y yo no soy rara, soy mucho más humana que tú, y quiero rescatar ese lado humano que todos tienen, todo lo que hago, lo hago porque me nace, no por que quiera conseguir un reconocimiento de alguien, mucho menos tengo el propósito de ligar, si hago las cosas diferentes es por eso, porque quiero un poco de diferencia, aunque sea con cosas tan chiquitas como regalar una paleta un jueves, sé que no voy a cambiar el mundo, y no planeo hacerlo, pero si puedo por lo menos sacudir tantito la monotonía en la que todos viven lo haré, igual y a la persona a la que le doy la paleta no le importa, pero por lo menos ya hice su día diferente ya que nadie se molesta en que el otro sonría, todos egoístas, pues yo no, yo no quiero ser así, pasa exactamente lo mismo con los datos curiosos, por lo menos tú ya tienes dos cosas interesantes que decirle a la siguiente tipa que te quieras ligar, en cuanto a la niña en la casa hogar, imagínate que no la hubiera apadrinado? Igual y la niña no recibiría aquellos regalos que tanto espera con ilusión porque no tiene nada, por lo menos sé que estoy haciendo feliz a una niña que tiene todo el derecho de serlo como tú y yo lo fuimos sólo que nosotros hemos sido más afortunados, no voy por la vida con una canasta de pétalos aventándolos mientras camino, también he lastimado a personas, también tengo días malos, también cometo errores, pero te repito no espero el reconocimiento de nadie, lo hago como alimento para mi alma, y si nadie lee mi blog ni compra mis libros, es su problema, la acción ya está, quiero recordarle a las personas que tienen alma, que son SERES HUMANOS, y que eso nos hace diferentes a los animales, caminar sin rumbo me ha dejado muchas cosas, no he caído en la rutina gracias a eso, he aprendido mucho, deberías de intentar ser un poquito más humano, no te digo que hagas todo lo que yo hago, haz algo diferente a tu manera, sin un interés de por medio, definitivamente yo no veo las cosas como tú y no me interesa hacerlo, y si nadie quiere ver las cosas con mis ojos, no me importa, te digo una cosa? Tienes toda la razón, no gano nada MATERIAL, pero gano más para crecer como persona, y no porque un imbécil como tú me venga a decir toda esa letanía estúpida yo voy a dejar de ´luchar’ por así decirlo en sacar a relucir ese lado humano que falta nos hace en este mundo basura, y sí, estoy sola, pero qué crees? Que disfruto mucho estarlo, porque me conozco, porque así me doy la oportunidad de ver cosas que antes no veía, y si llega alguien que me quiera con todas esas rarezas lo aceptaré feliz, si no, no pasa nada, yo sigo caminando, yo no espero tener a mi lado un sex symbol, si tengo novio es por cosas más importantes para mí, como el hecho de poder compartir lo que hago y lo que el hace, tener una compañía para platicar, para querer, y que sea recíproco, igual y soy muy cursi, pero para mí es reconfortante lo que he ganado siendo así, si ser normal significa ser como tú, desvalorizando a las personas, basándote en que tan guapa es una niña para volverla tu novia, en vez de fijarte que es lo que hay más allá de ella, fijándote en que tanto aguanta una persona una fiesta para llamarlo ‘amigo’ prefiero ser una ñoña.”

Terminé, respiraba agitada, hace mucho que no hablaba tan rápido y con tanta furia.

Mientras dije todo eso el chico me observaba boquiabierta, de pronto sentí como se volvía pequeñito, y lo dice alguien cuya estatura es diminuta.

Cuando terminé aquel hombrecito me miró fijamente unos minutos sin decir una sola palabra, tomó sus cosas y se marchó.

Pasaron los días, no lo volví a ver.

Un jueves, en mi casa, regresando de la escuela, después de haber regalado varias sonrisas, abrí mi mochila y me encontré con una paleta de caramelo con una nota.

“Jueves de sonrisas. Atte.: fadfdafsd”

Así es, aquel chico popular con intereses distintos a los míos había tomado en cuenta el jueves de sonrisas y me había regalado una paleta.

1 comentario:

  1. Me gustó muchísimo; tienes una capacidad formidable de concentrar en tus personajes las inquietudes más recurrentes de las personas, como lo son la soledad, el amor, la seguridad en uno mismo, etc... Lee más para que puedas pulir tu redacción... felicidades y gracias por compartir... Max

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