20.11.11

Juana la Loca

La historia de los diferentes monarcas que han reinado España a lo largo de los siglos está llena de hechos singulares que han llenado miles de páginas en la literatura, pero sin lugar a dudas, uno de los personajes que ha llamado la atención a numerosísimos historiadores es Juana I de Castilla, conocida a lo largo de los años como Juana la loca.
Juana de Castilla, la tercera hija de los Reyes Católicos Isabel y Fernando, nacida en Toledo el 6 de noviembre de 1479.
Hoy en día después de tantas investigaciones varios historiadores han coincidido, realmente no padecía la locura que la mantuvo recluida la mayor parte de su vida.
Que fue lo que ocurrió realmente?
Juana I de Castilla se convirtió desde pequeña en un “elemento” de negociación para sus padres, los Reyes Católicos, que tras darle una excelente educación, la prometieron con el príncipe heredero de la casa de los Habsburgo.
A los 16 años fue enviada por sus padres a Flandes, donde se casaría con Felipe de Habsburgo. Un año mayor que ella.
Cuenta la historia que la atracción física entre los novios fue muy intensa desde el momento en el que se conocieron, obligando a precipitar el casamiento para permitir a los “enamorados” a casarse inmediatamente.
El matrimonio se celebró en Lille, el 21 de agosto de 1496.
Juana, como buena adolescente que era (¬¬), estaba completamente cegada y entregada a su amado, pero Felipe como buen adolescente (¬¬) sufría de un carácter promiscuo y dada la belleza física que este poseía se encontraba envuelto en varias aventuras con otras mujeres.
Mientras tanto, queda Juana embarazada, de Leonor.
Varios historiadores coinciden que este embarazo fue el detonante para el cambio de actitud experimentado por Felipe. Q
Que vuelve a sus líos amorosos con las damas de la Corte.
(siempre intentando justificar las tonterías de un hombre verdad? ¬¬)
Tampoco ayudaron demasiado los continuos embarazos por los que pasó, ya que en nueve años trajo al mundo un total de 16 hijos.
Con el pretexto de que había cierto desgobierno en sus estados Felipe partió hacia Flandes. Juana, aún en contra de su voluntad queda en España. La separación aumenta los celos, que se tornan más y más obsesivos, la corte española comienza poner atención a las habladurías procedentes de Flandes acerca de un serio desequilibrio, sus padres, los Reyes Católicos, usan de pretexto el estado físico de Juana tras el reciente parto, e insisten en mantenerla a su lado vigilando su evolución.
Pero la voluntad de la princesa es firme, ir con su esposo.
Venciendo los serios intentos de su madre por retenerla, lo logra y parte a Flandes.
Para su desconsuelo, ahí comprueba que sus temores no eran producto de su imaginación.
Felipe, tenia innumerables encuentros amorosos.
Fruto de ello, sufrió una serie de crisis nerviosas que muchos señalaron como brotes de locura, lo que dio lugar a infinidad de situaciones más o menos vergonzosas.
Como por ejemplo:
Agredió a una dama de compañía, cortándole el cabello con sus propias manos, por tener sospechas – parece ser que con total fundamento - de ser una de las amantes de Felipe.
O cuando nació otro de sus hijos, que según lo el parto tuvo lugar en un pequeño retrete del palacio de Gante, porque Juana, a pesar de que estaba apunto de dar a luz, acudió a una fiesta para vigilar de continuo a su marido, sorprendiéndola allí la rotura de “fuente”.
Años después fallece Isabel la Católica, lo que hizo que Juana llegase al trono de Castilla, el cual estaba destinado para su hermano mayor, Juan, que falleció prematuramente.
Estos hechos, facilitaron el trono como consorte a Felipe, pero su esposa (ya viéndose más inteligente) amenaza con quitarle poder si éste no deja a un lado sus ya incontables infidelidades.
Obviamente a Felipe esto no le parece y decide hacer las cosas a su manera.
El testamento de la reina Isabel deja como heredera de la Corona de Castilla a su hija Juana, mas una cláusula que decia que en caso de desequilibrio mental, la regencia sería encomendada al padre. D Fernando de Aragón.
Esta disposición, es muy probable que prudente, sería la semilla de graves enfrentamientos políticos, que, con toda seguridad, agravaron el estado de Juana.
Pero en realidad a Juana no le importaba mucho su situación política, estaba enamorada, para ser feliz sólo necesita la fidelidad de su esposo. (Como muchas mujeres que conozco -.-)
Diferente es la actitud de Felipe, que ansiaba en convertirse en rey, o de su padre D. Fernando, que amante de la potestad, que después se convertiría en gran aliado de su yerno Felipe.
Las escenas en las que Juana reprochaba la conducta de su esposo, eran aprovechadas por él, para intentar demostrar a los otros miembros de la corte la frágil salud mental de su esposa.
Pero debemos tener en cuenta que, comenzando el siglo XVI, los estudios médicos sobre trastornos de la mente no estaban lo suficientemente avanzados como para poder determinar un diagnóstico tan exacto, tal y como las crónicas de entonces nos han hecho llegar a través de los siglos.
Múltiples y oscuros intereses políticos volvieron a Juana una figura incomoda para algunos miembros de la corte, sobre todo para su esposo, que veía peligrar el valioso regalo que le había llevado el destino: ser rey de Castilla.
Felipe logra lo que quiere, e incapacitan a Juana, dejándolo a el con el trono.
Aunque le duró poco el triunfo ya que en septiembre de 1507 Felipe jugaba un partido de pelota en Burgos.
Cuando termina, sudoroso, bebe un poco de agua helada;, al día siguiente se sintió con fiebre.
Nunca se repuso y el 25 de septiembre de 1507 muere.
Que ocurre después con la reina?
En el momento de recibir la noticia no derramó una sola lágrima, pero su rostro adquirió para siempre un gesto de desconsuelo.
Su “amado” Felipe fue enterrado en Burgos, desde donde debía ser trasladado a la Capilla real de Granada, el lugar indicado por la “ley”.
Pero una repentina epidemia aconsejo a la reina trasladarse a la Cartuja de Miraflores (en Burgos), donde llevó consigo el ataúd.
Juana no dejó de acudir un solo día a la cripta, luego de almorzar en el monasterio, pedía a los monjes que abrieran el ataúd para acariciar a su marido.
Le aterraba pensar que podrían llevar el cadáver de Felipe a Flandes, y necesitaba constatar a diario de que el cuerpo seguía estando allí.
El 20 de diciembre de ese año trasladan del cadáver hasta el panteón real de Granada, donde Juana sigue dando espectáculos terroríficos y en el camino, se le ve vagando por los campos y ciudades abrazada al ataúd, Juana pidió que en el trayecto se viajara siempre de noche y hospedando en lugares donde las mujeres no pudiesen tener contacto con el cortejo, lo que aumentó las noticias de la locura de Juana.
D. Fernando, ya sin rival, asume la corona de Castilla. Para mayor control de la situación decide encerrar a Juana en Tordesillas.
Allí permaneció el resto de su existencia, vestida siempre de negro y haciendo una vida retirada. Había días en que se la oía llorar llamando desconsolada a su esposo, incluso, algunos aseguran que se la escuchaba dialogar con él como si estuviera presente, todo ello contribuyó a acentuar su problema mental.
El 12 de abril de 1555 muere Juana, tras 46 años de encierro, con todo su cuerpo cubierto de llagas al rehusarse a bañarse y cambiar de ropa. 
Soy la única que cree con firmeza que entre estos dos patanes (Felipe y el padre de Juana) causaron, (con o sin la intención de), la locura de Juana y le desgraciaron la vida?
Quizá los celos de la pobre de Juana crearon una leve enfermedad mental, pero estoy segura de que esta se vio agravada por las eternas batallas por el poder, entre su marido y padre.
JAMÁS recibió el apoyo de sus DIESICEIS hijos, prefirieron el aislamiento de Tordesillas en lugar de intentar la recuperación que, en su caso, pudiese haber sido, al menos, intentado. 
Ahora Juana descansa (por fin) para siempre, junto a su “amado” Felipe, en el panteón de la Catedral de Granada.
 Les recomiendo el libro que usé de referencia y 2 películas para que puedan entenderlo mejor:
"La última reina" de C. W. Gortner


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