21.12.11

Carta de un huésped.

Querido hospedero:

Hace unos años que llegue a tu casa y me recibiste con los brazos abiertos.
He de confesar que no me ha faltado absolutamente nada contigo como anfitrión, y que he vivido muy bien en tu hogar.
Sin embargo desde hace ya varios meses que me he sentido el huésped incomodo.
Creo que llevamos varios años sin conocernos de verdad.
Y es que es normal que un completo extraño viviendo en tu casa se vuelva incomodo.
Quiero decirte hoy que tu huésped es una buena persona, sin vicios, sin malas intenciones.
Que tienes un huésped que lucha por destacar en la vida.
Tal vez no has puesto mucha atención en eso.
Querido anfitrión, siento desde hace varios meses que hay algo en mi que te molesta y te atormenta y no me has querido decir que es.
Tal vez es por la falta de confianza que nos tenemos.
Me gustaría saber que te acongoja, que te molesta, y así poderlo cambiar.
Anfitrión mío, quiero invitarte a escucharme, a leerme, a conocerme.
Quisiera poder pagarte de alguna forma tu hospitalidad, pero no tengo dinero todavía, pero quiero que veas mi hospedaje una inversión que el día de mañana te va a beneficiar mas de lo que crees que pueda perjudicarme.
He de confesarte que hay días en los que entro en frustración porque siento que soy una carga, que el que sigas aceptando que viva contigo es más por el gran corazón que tienes, porque sé que no me dejarías en la calle, y porque siento que tienes un gran compromiso conmigo.
Me han dicho que ya te pesa tenerme en tu casa, y me gustaría ya no ser una carga en tu vida, sin embargo me veo muy limitado, y no puedo hacerlo todavía, aun no estoy listo, pero en el momento en el que lo este, partiré.
Prometo hacer lo que este en mis manos para que así sea lo mas pronto posible.
Hoy quiero decirte que no quiero compromisos, que extraño los primeros meses en tu casa cuando realmente estabas contento de que habitara aquí.
Sé que otro huésped vive con nosotros, pero en cambio, siento que el realmente forma parte de tu familia, acaso es porque comparten exactamente los mismos gustos?
Quiero preguntarle el secreto para lograr que sean tan buenos confidentes.
Lamento no pensar como ustedes dos, me he esforzado para compartir los mismos gustos, pero me doy cuenta de que si me vuelvo exactamente como tú quieres, estaría siendo una persona falsa, que estaría fingiendo ser alguien que no soy, y estoy completamente en contra de eso.
El que seamos tan diferentes no quiere decir que yo sea malo, al contrario, si logras convivir con una persona tan distinta como yo puedes aprender muchas cosas.
He pensado en regresar a mi lugar de origen, pero lo encuentro imposible, en este lugar realmente tengo oportunidad de crecer, de ser alguien si me lo propongo.
Me he dado cuenta de que realmente me duele que no me conozcas, que aun tengas dudas sobre mi, porque de verdad, no soy una persona de quien debas de desconfiar, todo lo contrario.
Quisiera compartir de verdad contigo mis sueños, mis aspiraciones, mis logros y mis fracasos.
Y no superficialmente, como lo hemos hecho a lo largo de estos años, como tema de conversación en la comida, o como comentarios al aire.
Quiero invitarte a que un día lo intentemos, creo que tenemos más ganancia que perdida.
Sé que siempre estas saturado en trabajo y obligaciones, pero quiero que sepas, que yo estaré disponible aquí, sentado, esperando el día que tu elijas para convivir realmente conmigo.
Estoy contento en tu hogar, sin embargo a veces siento que me limitas mucho, que me oprimes un poco, y la mayoría de las veces yo lo permito porque siento que te lo debo por todos estos años viviendo aquí, sin embargo a veces me frustra y por eso hay días en los que me ves con mal humor.
Querido anfitrión, me siento frustrado.
Hospedero, creo que nunca te he dado las gracias realmente.
O bueno, si lo he hecho, pero no de la forma que tu quieres.
Confieso que no se la forma exacta aun, pero quiero agradecerte en esta carta, agradecerte por todos estos años de abrirme las puertas de tu hogar, por los alimentos, por el apoyo que he recibido.
Y créeme aunque a veces no parezca, vivo en constante agradecimiento contigo.
Gracias una vez más.
Atte: Tu hijo, tu huésped.

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